El pasado 28 de febrero, y tras un trabajo de más de un año, cuatro estudiantes universitarios de Girona y su profesor de instituto del curso anterior lanzan en Los Monegros una sonda construída con un globo de látex lleno de helio. La sonda alcanzó, en plena estratosfera, una altura de más de 30 kilómetros y, desde esa distancia, consiguen unas fantásticas fotografías de la superficie con una cámara digital a la que habían hackeado el disparador automático.
Además, consiguen reunir, transmitir y recibir datos meteorológicos y de situación de la sonda gracias a una electrónica de andar por casa, pero trabajada de forma imaginativa e inteligente, y completamente eficaz.
Y sí: tenían todos los permisos para hacerlo.
Una reseña de la hazaña aquí, y muchos más detalles en la propia web del proyecto (en catalán pero con recursos de traducción instantánea).
Enhorabuena, chicos. Y gracias, profe. Todavía nos queda esperanza.
[¿No sabes qué es October Sky? Pues busca. Merecerá la pena;-)]
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